- 24 galletas oreo.
- 500 mililítros de nata para montar 35% materia grasa.
- 250 mililítros de leche.
- 400 gramos de queso de untar o crema tipo Philadelphia.
- 250 gramos de azúcar.
- 100 gramos de mantequilla.
- 8 hojas de gelatina.
- Molde desmontable de 23 centímetros de diámetro por 9 de alto.
Se ponen a hidratar las hojas de gelatina en un cuenco con agua bien fría.
Se separan las galletas de la crema.
Se hacen polvo las galletas con una trituradora, o metiéndolas en una bolsa de congelación, cerrándola y machacándolas con un rodillo hasta que queden reducidas a polvo.
Se coge un poco más de la mitad de las galletas (el resto se deja par decorar la tarta al final) y se mezcla con la mantequilla derretida, se juntan bien y se ponen en el molde desmontable apretándolas bien. Después de mete el molde a la nevera mientras se prepara el resto de la tarta.
Se pone en un cazo la leche, cuando esté caliente se le añade la gelatina que estará ya blandita y se revuelve hasta que se disuelva. Se echa el queso y la crema de las galletas y se integran bien en la mezcla.
Se semimonta la nata con el azúcar y se va añadiendo con movimientos envolventes a la otra mezcla que ya estará fría o templadita.
Se echa toda la mezcla al molde y se mete a la nevera hasta que cuaje. Lo mejor es hacerla de un día para otro. Antes de servir, se adorna por encima con la galleta pulverizada que se había reservado al hacer la base de la galleta, y lista para comer.
- 8 hojas de gelatina.
- Molde desmontable de 23 centímetros de diámetro por 9 de alto.
Elaboración:
Se separan las galletas de la crema.
Se hacen polvo las galletas con una trituradora, o metiéndolas en una bolsa de congelación, cerrándola y machacándolas con un rodillo hasta que queden reducidas a polvo.
Se coge un poco más de la mitad de las galletas (el resto se deja par decorar la tarta al final) y se mezcla con la mantequilla derretida, se juntan bien y se ponen en el molde desmontable apretándolas bien. Después de mete el molde a la nevera mientras se prepara el resto de la tarta.
Se pone en un cazo la leche, cuando esté caliente se le añade la gelatina que estará ya blandita y se revuelve hasta que se disuelva. Se echa el queso y la crema de las galletas y se integran bien en la mezcla.
Se semimonta la nata con el azúcar y se va añadiendo con movimientos envolventes a la otra mezcla que ya estará fría o templadita.
Se echa toda la mezcla al molde y se mete a la nevera hasta que cuaje. Lo mejor es hacerla de un día para otro. Antes de servir, se adorna por encima con la galleta pulverizada que se había reservado al hacer la base de la galleta, y lista para comer.
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